Nada.

- No, no somos compatibles.

- ¿No?

- No. Si he de ser sincera, me da asco lo que te gusta. Me parecen patéticas las subnormales que a ti te parecen escritoras; te parecen homosexuales los tipos que forman mi avanzado equipo de rescate en las parrandas. No, no somos compatibles.

- ¿Después de todo este tiempo me lo dices?

-
Si. No me gusta lo que te gusta. Por ejemplo las muletillas que compartes con las deficientes mentales que tienes por exnovias. Sencillamente no me gustan.

- ¿En serio? Pero si antes te gustaban.

- No. Procuraba ignorarlo, pero la verdad es que no me gustan. Los lugares que prefieres para comer, son pequeños, generalmente extraños, no me gustan. Tus amigos, son agresivo-pasivos, me dan nauseas; tus hermanas son pasivo-agresivas, me fastidian. Tus compañeros de trabajo son mucho más adolescentes que los míos, y eso, en un planeta real, es imposible; tampoco me gustan. Tus corbatas de los Lunes, son espantosas. No, no me gustan. La forma en que me acusas cuando otros me voltean a ver, me revienta. La forma en que conduces pidiendo permiso para existir... n o m e g u s t a.

- Ah, entiendo, pero… y entonces...

- Nada.

Luna Abstemia