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lunes, 15 de agosto de 2011

Lunes de ocho columnas

Escribí mucho de ti en este blog ¿sabes?. De la canción aquella, tu mirada fija en mí, mientras yo tomaba clases, tu escuchabas.

La forma en que sabía que te perturbaba y abusaba de ello cuando nadie veía, como única respuesta al embate de tu estridente descaro al desmenuzarme con tus ojos.

La USB con esa rola... ella que estaba ya en tu vida (y se fue con ella).

Hoy escribo que te has ido, y tu adorable misoginia (la que sorprendió a la Niña de Nieve y a mí, secretamente me fascinó) ya no son más.

De la peor forma, de la forma en que nos han asesinado a uno por uno desde que los pendejos piensan que piensan, encerrados en sus etílicos misterios atrapados en la ignorancia que da la soberbia.

De la forma que jamás pensé que vendría aquí a agradecer que me notaras en el peor momento, cuando nadie notaba... cómo supongo te notaron los que no debían, y al parecer tuvieron la merced de matarte (matarlos) rápido.

Me despido, desde tus frases diarias sobre la felicidad que ocuparon diario ese huequito del MSN para 'Ponga un mensaje aquí' y vos, agradecía vivir.

Ya no puedo agregar nada, sólo que van dos veces que me choca como nunca dedicarme a lo que me dedico y tener que 'comunicar' que apareciste muerto, mientras algunos te buscábamos. Cómo aquella vez de la sexagenaria que fulminantemente moría mientras votaba y era el único eje que nos quedaba y yo no sabía que anunciaba la 'incidencia' electoral, mientras se hablaba de la Tía Chita (todos tenemos una tía Chita).

Hay días así... Lunes trágicos.


Luna Reportera

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1 comentario:

quimeras dijo...

Lo lamento de verdad... Te mando un abrazo.